En la actualidad, se habla con frecuencia de “inclusión”, por ejemplo: lenguaje inclusivo, educación inclusiva, inclusión social, turismo inclusivo, etc. Además, encontramos términos como accesibilidad o turismo social, de tal suerte que, a pesar de comprender la importancia de esta temática, los conceptos no terminan de ser claros ni lo suficientemente orientadores a la hora de llevar la teoría a la práctica. En el presente artículo, revisaremos cada uno de estos conceptos, aplicados al contexto turístico y el trasfondo detrás de los mismos.

Para empezar, consideremos el término inclusión, definido por la Real Academia Española, como “acción y efecto de incluir” (RAE, 2021), siendo esta la acepción más general posible. Ahora bien, el término “inclusión social”, hace referencia al acceso de toda persona a la educación, servicios de salud, oportunidades de trabajo, vivienda, seguridad, etc., dentro de una sociedad; sin importar su origen, religión, etnia, orientación sexual, capacidad intelectual, género, situación financiera, entre otros (Ivette).

Lo anterior, nos ubica en el escenario de la desigualdad, que hoy por hoy, se considera un problema global serio, pues alimenta los círculos viciosos de la pobreza y limita el crecimiento económico a largo plazo, según un reciente estudio de la Organización Mundial del Turismo (OMT) (Turismo 360). Es por esto que, garantizar productos y servicios que consideren la inclusión social, se convierte en una responsabilidad fundamental para cualquier industria en cualquier sociedad, principalmente en aquellas donde predominan grupos de población con altos grados de vulnerabilidad. Para que exista inclusión social, es necesario profesar y practicar un profundo respecto por todos los individuos presentes en una sociedad.

Por otra parte, el turismo social, es una rama del turismo que está enfocada principalmente hacia una población de alta vulnerabilidad, es decir, personas de la tercera edad, niños en situación de orfandad, trabajadores con bajos ingresos y personas con discapacidad. Según la definición del Centro de Estudios Superiores en Turismo de la UAM (Universidad Autónoma Metropolitana), "en la actualidad, se puede definir el turismo social a partir de las tres "S" del mismo: 1. Social, 2. Solidario, 3. Sustentable, de tal manera que, se privilegian los segmentos de bajos ingresos de la población (Inclusión con Equidad A. C.)

Así entonces, se puede decir que el turismo social abraza el concepto de inclusión social, procurando servicios adecuados para las diferentes poblaciones vulnerables presentes en una sociedad, asegurando a su vez prácticas laborales y comerciales libres de discriminación.

Desde otra perspectiva, encontramos el término accesibilidad, entendida como el grado en el que todas las personas pueden utilizar un objeto, visitar un lugar o acceder a un servicio, independientemente de sus capacidades técnicas, cognitivas o físicas (Peix) y en ese sentido aparece la expresión “Accesibilidad y Diseño Universal” (A.D.U), cuyo significado hace referencia al arte de crear y adaptar los entornos, servicios y productos a las personas, para que sean utilizables por todos, de la forma más autónoma y natural posible (MINCIT-FONTUR-CIDCCA, 2019).

Trasladando así los anteriores conceptos a las actividades de tipo turístico, podemos afirmar que, el turismo accesible, también conocido como turismo para todos, no se limita únicamente a la eliminación de barreras físicas, sensoriales o de la comunicación, sino que tiene por finalidad lograr que los entornos, productos y servicios turísticos puedan ser disfrutados en igualdad de condiciones por cualquier persona con o sin discapacidad.

Finalmente, démosle un vistazo a lo que se denomina turismo inclusivo. Para poder dar luz a este tema, acotaremos la definición que Darcy y Dickson han realizado; que, parafraseándola, dice lo siguiente: el turismo inclusivo es aquel que se puede llevar a cabo en ciudades y centros turísticos que ya hayan emprendido las primeras acciones con enfoque de diseño universal (Inclusión con Equidad A. C.). Por ende, es necesario que, tanto destinos como atractivos turísticos, se comprometan con la ejecución de programas de mejoramiento de sus condiciones, así como de su oferta turística, con miras a potencializar un turismo de tipo incluyente. Este compromiso al que nos referimos, no solo pasa por la adecuación y eliminación de barreras arquitectónicas o la construcción de instalaciones y recursos amigables para las personas con discapacidad, sino que también tiene que ver con un cambio de actitudes en los prestadores de servicios turísticos y su disposición a incluir actividades adaptadas para las personas con necesidades específicas (Inclusión con Equidad A. C.) que, como vimos, van más allá de la misma discapacidad.

La industria del turismo aún no advierte el mercado potencial que, en condiciones adecuadas, lograría si adopta las políticas y acciones de la accesibilidad; tal como lo recomendaron desde la década de los 70s la OMT y Naciones Unidas. Cerca de un tercio de la población en el mundo tiene algún grado de limitación, física, sensorial o sicológica. Sin embargo, son personas activas y en su mayoría productivas. Por consiguiente, la Accesibilidad y Diseño Universal son la base de una sociedad igualitaria y justa (MINCIT-FONTUR-CIDCCA, 2019)

En definitiva, la articulación de todos los conceptos estudiados anteriormente, confluye en la necesidad de proponer el tránsito hacia un turismo basado en derechos humanos, social e inclusivo, a través de un Diseño Universal, accesible y adaptado a las necesidades de todo tipo de personas, tal como lo sugiere la OMT. Y esto se logra en la medida en que toda la cadena de valor del turismo adopte productos y servicios accesibles, comprendiendo y asimilando la responsabilidad social inherente a su actividad empresarial, siendo organizaciones que se desenvuelven en medio de la sociedad y se deben a ella, con toda y la diversidad de seres humanos que la conforman.

Con el propósito de incentivar la oferta de servicios turísticos accesibles y brindar al sector herramientas claras y comprensibles al respecto, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo pone a su disposición el Manual de turismo accesible “turismo para todos”, el cual encontrará al final de este artículo como un documento descargable.

 Por: Ana María Echeverry J. Coordinadora del programa de asistencia técnica en la ruta de la calidad turística. MinCIT

BIBLIOGRAFÍA

Inclusión con Equidad A. C. (s.f.). Turismo inclusivo y social. Recuperado el 17 de 05 de 2022, de http://inclusionconequidad.org.mx/turismo.html

Ivette, A. (s.f.). Inclusión social. Recuperado el 17 de 05 de 2022, de https://economipedia.com/

MINCIT-FONTUR-CIDCCA. (2019). Manual de turismo accesible "Turismo para Todos". Bogotá.

Peix, S. (s.f.). Inclusión social y accesibilidad. Recuperado el 17 de 05 de 2022, de https://www.biblogtecarios.es/susanapeix/inclusion-social-accesibilidad/

RAE. (2021). Diccionario de la lengua española. En R. A. Española. Obtenido de https://dle.rae.es

Turismo 360. (s.f.). El turismo como herramienta de inclusión social. Recuperado el 17 de 05 de 2022, de https://www.turismo360.news